Así conozco a cada una de las personas que publico. Así muchas historias del día a día llegan a mí y me ponen en el compromiso moral y humano de contarlo al mundo.

Me temblaba la mano mientras grababa el vídeo y la indignación vestida de impotencia estaba a flor de piel. ¿Qué miserable puedo ser al grabar a estos señores en su más desesperada necesidad de sobrevivencia? ¿Qué irresponsable puedo ser al no denunciar al mundo las calamidades que sufren tantos ancianos en mi país?

Hoy les di a estos señores todo lo que tenía en los bolsillos, hasta las galletas dulces que compré por el camino a la abuela que llevaba 20 días malnutriéndose. Me siento indignado conmigo mismo y a la vez disgustado por no poder ayudar a todos.

Imágenes como estas jamás serán mostradas por la prensa oficial, no son preocupación del gobierno de Cuba. Aquí hago mi denuncia como ciudadano preocupado por el futuro de mi país y exijo QUE TODOS LOS ANCIANOS cobren una pensión digna. ¡Para eso trabajaron toda su vida!
No dejaba de pensar en mi abuela, en mí cuando tenga esa edad. Volví a casa sin un centavo, pero volví a casa con mucha más fuerza que antes.

Dios bendiga a Cuba.

Dios bendiga a todos los cubanos
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